FORMACIÓN DE UN DEPORTISTA
La niñez
El mundo del deporte de máximo nivel
“se ha ido convirtiendo en una Institución caracterizada fundamentalmente por
el reclutamiento precoz de los jóvenes, por su independencia organizativa y su
exclusividad respecto al deporte de masas” (cfr. Campos, 1997, 157)
Se han de diferenciar los deportes
individuales de los deportes colectivos. En los equipos los momentos de presión
se distribuye entre los jugadores, mientras que en el individual recae sobre la
persona directamente. Además, los deportes colectivos suelen empezar a
practicarse en los colegios. Mientras que los individuales requieren una mayor
especialización. Por lo tanto, los deportes individuales requieren mayor inversión
económica. En los inicios de un deportista el disponer de una economía solvente
facilita la mejor formación del mismo porque tendrá los mejores entrenadores,
instalaciones deportivas, educación adaptada… Esta situación te la facilitan en
los centros de alto rendimiento donde se paga mucho dinero.
En la retransmisión de radio
televisión española he encontrado unos reportajes muy enriquecedores para la
materia. Sus títulos son: “Niños trofeo”; “Sufriendo para triunfar en la gimnasia rítmica”; “Escuela de campeones
de tenis”. Los enlaces son los siguientes:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/comando-actualidad/comando-actualidad-sufriendo-para-triunfar-gimnasia-ritimica/928076/
Fotografía extraída de http://adf.ly/778833/banner/http://imdistintas.blogspot.com/2008/10/entrenador-cabrn.html
Todos coincidimos que hacer de tu
hijo un campeón tiene su precio. Esconde gran cantidad de miserias y
sacrificios para lograrlo como la
infancia de los niños y su relación familiar. Nos encontramos con familias que
apuestan todo por convertir a sus hijos en grandes deportistas y máquinas de
hacer dinero.
Este año 2012 ha sido muy sonado el caso de la tenista
Arancha Sánchez Vicario. El periódico “El País” publico un artículo dedicado a
esta temática. (Mateo, 2012, 14-02-12)
Fotografía extraída de http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/02/13/vidayartes/1329162968_069086.html
Según el artículo de “El País” cuando
un niño se profesionaliza y ha tenido una gran presión por parte de sus padres,
los psicólogos deportivos diferencian “el niño tirano, que acaba dominando a
sus padres desde su éxito y sus millones, y el niño sobrepresionado, que es el
que sufre las expectativas de estos y su control asfixiante”.
Los miembros de la UPAD
que se encargan de la psicología del deporte y otro psicólogo especialista, el
profesor Álvaro Merino de la Universidad Europea de Madrid han aportado sus
conocimientos para esta investigación. Los miembros de la UPAD coinciden en “fomentar
los valores como el respeto, el compañerismo, el esfuerzo, el trabajo, el fair
play, la deportividad, etc. es clave en esta etapa, ya que lo que se trata es
de formar personas”. Hay que cuidarlo todo porque como dice Álvaro no hay que
olvidar que “psicológicamente el deportista adolescente está sometido a
factores ambientales de alto impacto”.
El equipo de
técnicos nacionales de gimnasia considera que “la etapa de iniciación es
condicionante del potencial de éxito. Muchos aspectos que no se aprenden o se
aprenden mal inicialmente son casi imposibles de conseguir adecuadamente en las
fases siguientes”.
Por tomar
como ejemplo, el conjunto español de gimnasia rítmica femenina que acudirá a
los Juegos Olímpicos de Londres 2012 comenzó a practicar el deporte con menos
de 10 años, incluso una de ellas con menos de 5 años. Nos encontramos con niñas
que realizan un fuerte sacrificio desde muy pequeñas.
Los medios de
comunicación no suelen influir en el desarrollo de las jóvenes promesas de todo
el mundo. Sólo en algunos casos puntuales hacen mención de algún deportista del
que todo el mundo habla para triunfar en su modalidad. Un ejemplo excepcional
sería el de Moussa Diagné que ha despuntado en la “Final Four” madrileña de baloncesto
junior. (Sardinero, 2012, 23-02-12)
Siguiendo con los inicios de los
deportistas, quienes lo viven incluso más que los propios jóvenes son sus
padres. Muchos de ellos dejan todo de lado y apuestan todo su dinero en la
formación de su hijo, como es el caso de Larry padre de Charlie que ha
convertido su casa en un centro de entrenamiento llegando a montar un ring de
boxeo en el jardín, dejando caer un peso encima del niño del que no es
consciente. Los padres dicen frases como “Ganar es lo único que me importa. Para mí es cuestión de vida o muerte” “Ser segundo apesta”
“La recompensa es fama y fortuna”.
En los documentales uno aprecia que algunos padres
intentan hacer su sueño frustrado el de su hijo, e incluso realizan las labores
de un fisioterapeuta con su hija. El tenista Feliciano López tras haber
compartido sus inicios en el mundo del tenis con su padre, considera que “hay
padres que se empeñan en que sus hijos lleguen a profesionales, siendo el error
más grande que puede cometer un padre”. El caso de Arantxa no es único. Otras
tenistas del artículo como la australiana Dokic tuvo que denunciar a su padre
por abusos, o la francesa Rezai, cuyo padre necesitaba de guardaespaldas para
no atacar a sus rivales. Tantos casos en el mundo del tenis forzaron que se
fijaran unas normas al respecto. En deportes como el
tenis “el padre acaba convirtiéndose en una fuente de estrés para el niño,
quien, en esa etapa, vive para quedar bien con el padre, y siente que no juega
un partido, un torneo, sino que juega para conseguir que el ambiente en casa
sea mejor, o por el amor de sus padres”. (Mateo, 2012, 14-02-12)
Si
prestamos atención a los psicólogos, Merino dice que “un padre sea entrenador
no es sano. Un padre es un padre y un entrenador es un entrenador”. Algunos han
triunfado con padres como entrenadores, pero tienen que preguntarse las
consecuencias personales y familiares que eso genera. Lo que no podemos
permitir en esta sociedad en la que cada uno es libre de elegir el tipo de vida
que quiere llevar que otros elijan por nosotros. Como dicen los psicólogos de
la UPAD “muchos niños
hacen golf, motociclismo, tenis sin que les llegue a gustar tanto como para
dedicar su vida a ello, pero son los padres los que quieren que lo practiquen
para poder llegar donde nunca llegaron ellos. Muchas veces es aquí donde se rompen
las relaciones familiares”
Están
todos en tal burbuja que los propios niños reconocen: “no echo de menos a mis
amigos, me he olvidado tengo mejores cosas que hacer”, o por otro lado unas
niñas de gimnasia admiten con alegría que “no tienen tiempo para jugar” como
las demás niñas.
Por
lo tanto, el entorno más cercano no debe de olvidar que por cada campeón que
llega a lo más alto, infinidad de niños se quedan en el camino. Esto me hace
reflexionar que llegado el momento, ¿cuántas familias se mantendrán?
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